Estamos tan traumados

Estamos tan traumados, que nos encanta esta época, pero en el fondo la detestamos.

Estamos tan traumados, que practicamos lo que diremos en caso de preguntas incómodas.

Estamos tan traumados, que nuestra familia, aún hace preguntas incómodas.

Estamos tan traumados, que en vez de sentarnos a comer tranquilamente, tenemos que llorar y levantarnos a secarnos las lágrimas 3 veces.

Estamos tan traumados, que abordamos la planificación, pero le huimos a la reunión.

Estamos tan traumados, que en una familia de mujeres trabajadoras y solteras, se nos dice que lo que necesitamos “es un novio”.

Estamos tan traumados, que aunque los hombres no nos han servido de algo, las viejas los idolatran.

Estamos tan traumados, que en plena reunión, nos damos cuenta que nos están atacando.

Estamos tan traumados, que no hablamos de lo que nos hace feliz.

Estamos tan traumados, que no hablamos de lo bueno que nos pasa. Nunca.

Estamos tan traumados, que nuestras situaciones sirven de comidilla del día a las viejas.

Estamos tan traumados, que nos asombramos que haya una bebé en la casa. Pero a la misma vez, ignoramos su presencia, al preparar el gallo en plena cocina.

Estamos tan traumados, que preparamos la comida y también nos toca la trastera.

Estamos tan traumados, que nos preparan la cena y ni miramos la trastera.

Estamos tan traumados que no damos ni las gracias.

Estamos tan traumados, que preferimos no enfrentar nuestras situaciones.

Estamos tan traumados, que nos escondemos tras la nube de humo verde.

Estamos tan y tan traumados, que los escenarios antiguos, se parecen a los de ahora.

Estamos tan traumados, que se repite la historia.

Estamos tan traumados, que le sacamos el cuerpo a la gente. A tu familia.

Estamos tan traumados, que no contestamos el teléfono.

Estamos tan traumados, que vemos lo que se avecina.

Estamos tan traumados, que tragamos hondo.

Estamos tan traumados, que mejor nos vamos pa’l carajo.

Estamos tan traumados, que estamos hartas.

Estamos tan traumados, que mejor ya no planificamos.

Estamos tan traumados, que mejor ni nos reunimos.

Estamos tan traumados, que prefiero pagar la gasolina tan cara, que estar ahí.

Estamos tan traumados, que ni disfrutamos.

Estamos tan traumados, que ahora tenemos que jugar ajedrez con la gente y sus fichas.

Estamos tan traumados, que tenemos que seguir.

Estamos tan traumados, que estamos esperando el golpe. Siempre.

Estamos tan traumados, que ya esto cansa.

Estamos tan traumados, que estoy exhausta.